viernes, 9 de mayo de 2008

Política Educativa

Educar (educare) es una palabra tomada del Latín, el idioma de la Roma Antigua y de Benedicto XVI, también; y se traduce como enseñar, forjar, instruir.

Desde otra fachada, a lo largo de la historia han existido notables educadores, o incluso escuelas del pensamiento que sin proponérselo como objetivo central de su trabajo, hicieron notables contribuciones a las técnicas y métodos de enseñanza, como es el caso de Jean Piaget que se consideraba a sí mismo como un simple psicólogo y resultó que su trabajo es también apreciado por filósofos y epistemólogos.

Pero en la Grecia de los clásicos también soplaba la brisa, y hoy los estudiosos de la ciencia de la ciencia, los epistemólogos, reconocen que Aristóteles fue el primero en plantear con claridad meridiana, el método científico, que como herramienta diaria, ha contribuido a toda la producción de la ciencia desde entonces, hasta hoy; y aquí radica un gran valor educativo, por que el método científico está en nuestras vidas desde que la vida existe, es la base y obligada referencia para toda modificación evolutiva.

Así todos los aspectos que nos maravillan de cada especie, como son las habilidades de cazador de los delfines, la velocidad y destreza del tiburón, etc…, son producto de la corrección de los errores y nuevas mejoras hasta perfeccionar el producto, aprendiendo de los aciertos y errores observados; el método científico en plena acción.

Entonces si con la vida llegó la evolución, el método científico también.

Ahora bien, hablar de investigación y desarrollo tecnológico es referirse a la parte menos común del esquema de educación y por lo tanto en otros artículos trataremos sobre la producción científica.

¿Cuál es el papel de la escuela, del gobierno, de los padres de familia y de la sociedad en el sistema educativo?

Cada cual tiene al menos una función importante y lo más trascendente; la participación de todos debe contribuir a que la educación sea integral, si lo que nos proponemos como sociedad, es la consecución del desarrollo humano integral; humanismo 21.

Todos conocemos la función de cada uno de los actores educativos mencionados, y todos tiene un gran compromiso con la educación, que no es tarea exclusiva del gobierno, la parte más contundente la proporcionamos con el ejemplo diario la sociedad en su conjunto; más se puede considerar en los días que transcurren que la parte débil también está en los padres y en las familias mismas.

Primero porque queremos transferirle a la escuela y al gobierno, el cien por ciento de la tarea de educar a nuestros hijos, lo cual es un grave error, por la sencilla razón de que los contenidos académicos se amplían cada día y los tiempos efectivos en las aulas no aumentan y por otro lado los menores aprenden de lo que ven , escuchan y observan en su entorno; o sea la primera escuela en sentido educativo, está en casa y los maestros más cercanos son los padres de familia, aun cuando no sepan escribir ni leer, con su ejemplo diario ejercen la cátedra más contundente de todas; enseñar con el ejemplo.

Los valores eternos y universales que son los verdaderos faros para conducirnos por los senderos de la vida, se nos inculcan o deben de enseñar en el seno familiar.

La limpieza, la disciplina, el respeto a todo y a todos (el ser), apego a lo justo y la verdad (ética, deber ser), el gusto por el arte (estética), la prudencia y la tolerancia, entre otros tesoros del camino vital, se deben cultivar y promover desde la cuna.

Educar con el ejemplo no cuesta dinero, cuesta un gran esfuerzo de superación, a diario, pero es gratis.

¿Podemos obsequiarles buen ejemplo a nuestros hijos?

Seguramente estaremos poniendo en sus manos la más valiosa enciclopedia, la de los valores.

En sentido general, todos tenemos un compromiso con la educación, por que todos somos parte de una sociedad que sirve de matriz formativa o deformativa, según el caso, para las nuevas generaciones y que en obvio de tiempo aprenden de lo que ven, escuchan y hacen los demás, incluido lo que pescan en la red del Internet, sobre todo si agregamos que en nuestro país tenemos un pleito irreconciliable con los libros, y que en países que tienen una centenaria tradición de cultura y buenos modos, no escapan de graves errores educativos, como fue el nazismo y las modernas formas de homofobia y racismo.

La educación es el mayor y más importante instrumento para alcanzar el desarrollo deseado, y es para el bien de todos; por que una sociedad es mucho más que estadísticas de población y encuestas de opinión, el conglomerado social es el posesionario de la soberanía como primera fuente del poder público y es por lo tanto primera obligada para transmitir el mensaje educativo apropiado a su comunidad.

La sociedad se construye o se destruye a sí misma, por que son sus gustos y preferencias las que orientan las decisiones de los gobernantes; ningún político se pone a discutir con el pueblo que le convienen o no, escucha peticiones y tratará de generarle soluciones, pero no se mete en discusiones.

Ahora bien; ¿entonces que puede orientar la opinión pública?

Primero la realidad que nos rodea.

¿Cuáles aspectos de la realidad?

Todos, sin excluir nada.

Para nutrir a la ciencia, y sobre todo la conciencia, y que de la reflexión serena y bien cimentada salgan las conclusiones sobre la sociedad que queremos tener mañana.

Los políticos no son médicos, ni son astrofísicos, ni chamanes, son seres humanos que buscan organizar respuestas para seres humanos, conforme a gustos y deseos humanos, desde luego, como en toda generalización, hay excepciones; los de mentalidad de estadista, los que pueden diseñar un plan de nación, los redactores de constituciones.

Entonces está en manos de la sociedad, impulsar las iniciativas, proyectos y leyes que modifiquen el estado de las administraciones de los tres niveles de gobierno, privilegiando la educación, la salud, el empleo y todo lo que se pueda traducir en el bien de la sociedad y del futuro de la nación.

Es hora de que igual que los niños, la sociedad aprenda de su entorno y vea el planeta y las instituciones que estamos heredando a las nuevas generaciones;

¿Nos gustaría ser tratados como los estamos tratando a ellos?

Hagamos todos nuestras tareas, para que los hijos y nietos nos califiquen aprobatoriamente, en lo procedente; en lo que la sabiduría dicta, no en lo que ellos quieran.

En este espacio no hay concesiones a las moralinas ni a los radicalismos estériles, tratamos de ser objetivos y llamarle a la realidad por su nombre; nada más, pero nada menos.

Humanismo 21 es un simple esfuerzo de divulgación de algunos conceptos e ideas que puedan ayudar a orientar las reflexiones de la sociedad y hacer una modesta contribución para nutrir un pedacito del jardín de la evolución.

Reflexionar sobre todos los aspectos de nuestra vida, es un ejercicio que vigoriza la prudencia y hace más amena la existencia.

Hagámosle un bien a la humanidad y tratemos de ser felices.

Los saludo con afecto y respeto.

No hay comentarios: